El estrepitoso sonido del viento rozando los poros de Venus formaban la más hermosa sintonía. Ella era definida como la cazadora de estrellas, de alas grandes y corazones pequeños, quebrantados.
Las nubes de aquel bosque se balanceaban al compás de su movimiento, de ese cuerpo linealmente perfecto y de curvas infinitas, delicadas.
Creadora de un latido sin dueño pero enamoradiza de todo lo que espira y juguetea con el aire.
Y es que Venus era más que una traviesa adolescente, era dama de las flores y reina de las águilas, amiga de los lobos y compañera de las estrellas, de su brillo eterno y astral.
Sus renacuajos hermanos, siempre tan curiosos, le preguntaban: ¿que les ves a todos esos bichejos, lunares nocturnos y pétalos caídos? Y a lo que Venus, esbozando una tenue sonrisa, se dirigía a su rincón de paz, y allí, como dueña de aquel bosque forestal, dibujaba.
4 comentarios:
Quién fuera Venus del bosque para ser amiga de las estrellas :)
Uff, que imaginación tienes. Te admiro por eso :)
¡Qué bonito! Me ha gustado que no describa, sino que dibuje :)
Quien fuera Venus para poder deleitarse con tales reinos forestales.
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