10 nov 2013

Alzó los párpados con el ruido de las primeras gotas de rocío entremezcladas a la intensidad luminosa de aquella mañana
No quería despertar, su propia libertad le suponía la cárcel de su alma
Hacía de sus sueños las mil y una maravillas, su vida real, su yo interno
El coraje no estaba a su favor, ni tenia intenciones de estarlo
Era alguien siendo nadie en el mundo
Minúscula e intensa como un rayo de luz, casi imperceptible.
Pero encontré algo en su mirada, esperanzadora.
el miedo. la ansiedad. el querer ser algo más que la razón humana
Buscando el fuego que le quemara en sus entrañas, una llama que la fundiese en su totalidad, disfrutando de cada porción de dolor, tan intenso.

Nunca sobrepasó los límites
No supo encontrar la manera de sentirse viva.




Clac