Cuando la tarde caía en Helsinki y la nieve resbalaba empezando a descongelarse, Crète se dirigía a los bosques de las afueras de la ciudad, sí, kilómetros de frío, ardillitas revoltosas y cantos de pájaros que la saludaban y claro, era todo tan bello en aquel acogedor lugar, tan suyo, tan de una niña buscadora de abrazos, coleccionista de sonrisas.
Y los pájaros le silbaban
Y las ardillas con ella jugaban
Y las ramas a su paso le acariciaban
Y las flores se abrían con su aroma a manzana
Y Crète como cada tarde, a su oso mimoso encontraba
A cual le gustaba esconderse, ser difícil de capturar ¡Que travieso eres! Crète no le dejaba de susurrar.
Crète recorría un largo camino para a alguien poder abrazar pero de algo que no te podrás quejar, es que todos alguna vez seremos buscadores de osos mimosos que no muy lejos estarán.
4 comentarios:
Tiene algo de cuento infantil que lo hace tierno, bello como la sonrisa de un niño.
Besos de neón, ya te sigo ;)
Créte es dulce y algo infantil, pero asombrosamente genial!
Me gustó, pero más me llamó la atención su nombre.
Besos agridulces *-*
lovely, encantador, precioso.
(tiene ese toque de cuento de niños pequeños)
Buscadores de osos mimosos... interesante... pero yo prefiero ser uno de esos osos mimosos. Y vivir como blancanieves en medio del bosque nevado (blancanieves vivía en un bosque nevado!!?? bueno, me tomo la libertad de inventarlo), con personitas que viniesen en mi busca para poder darles tooodo mi amor.
Me encanta :)
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