-Tu, la de la chica del bolso azul. (gemió aquel chico de las barbas)
-¿Me llamabas?. (haciéndome la interesante)
-Bueno, me impresiona como te chorrea sangre del bolso, a saber cuántos miles de secretos esconderás en él. (me susurró con cierto miedo)
-Ven, acércate, tal vez puedas comprobarlo por ti mismo (mientras chasqueaba los dedos)
Y así hizo, y abrío el bolso, qué inocente.
Y lo supiste todo de tus propias carnes, te dejé mi huella en el cuello.
Tu, chico de las barbas que quisiste ser juguetón, ahora, te has convertido en otra pieza de mi colección.
6 comentarios:
Me encanta este nuevo rincón
Un beso
Divino.
Muy lindo como dejaste el blog nuevo :D
uish, yo no me hubiera acercado a ella sabiendo que le chorrea sangre del bolso o.o ¡pobrecito!
¡Lo acabo de pillar! Buf, me ha costado.
Qué bueno,pero pobre hombre.
Que intenso; y que ingenuo el hombre. Si chorrea sangre del bolso; ni muerta me acerco.
Un beso.
Qué valiente este chico de las barbas!
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