10 nov 2013

Alzó los párpados con el ruido de las primeras gotas de rocío entremezcladas a la intensidad luminosa de aquella mañana
No quería despertar, su propia libertad le suponía la cárcel de su alma
Hacía de sus sueños las mil y una maravillas, su vida real, su yo interno
El coraje no estaba a su favor, ni tenia intenciones de estarlo
Era alguien siendo nadie en el mundo
Minúscula e intensa como un rayo de luz, casi imperceptible.
Pero encontré algo en su mirada, esperanzadora.
el miedo. la ansiedad. el querer ser algo más que la razón humana
Buscando el fuego que le quemara en sus entrañas, una llama que la fundiese en su totalidad, disfrutando de cada porción de dolor, tan intenso.

Nunca sobrepasó los límites
No supo encontrar la manera de sentirse viva.




2 comentarios:

SMSC dijo...

Es una pena que existan personas tan tristes y negativas en el mundo, y no sólo en el sentido de la vida en general, sino en la suya en particular. Me ha dado mucha pena ese último párrafo..

- dijo...

Creo que ése es mi mayor miedo. Llegar al final, mirar atrás, y ver que nunca hubo nada. Nunca hubo vitalidad, ni sonrisas, ni descargas eléctricas sacudiendo todo mi cuerpo.
Nada. Vacío.
Y el inevitable final.

Clac